28 abr 2015

Los PPalomos, la crónica azul pastel.

Me voy a Badajoz a ver los PPalomos... Es coña, paso de puebluchos, prefiero New York.
Y llegó el día PP. Un día que parecía que iba a llover y estropear la fiesta, pero ésta nos respetó y no hizo acto de presencia para alegría de todos los que asistimos. La verdad es que no esperaba mucho del día PP, pero mientras me acercaba con el coche al centro, observé que iba a ser una jornada especial. Muchos jóvenes se aproximaban a la zona de conciertos ataviados con banderas multicolores y lésbicas que se lucían con orgullo. Las calles cercanas estaban teñidas de colores arcoiris, y no sólo por la muchachada comprometida, si no por el vecindario adyacente a las zonas de actuaciones. La mayoría de los vecinos lucían en balcones y ventanas el símbolo de la libertad y diversidad que representa la bandera multicolor, y lo hacían para saludar a los PPalomos locales y a los que han llegado en masa desde fuera de la ciudad.
Foto de una calle pacense el día PP.
Después de buscar a Bewater vestido de osito amoroso, nos acercamos a la primera zona de conciertos, la Alcazaba, con nuestra bandera bear. La Alcazaba era el lugar para las familias, un escenario más pequeño para música más tranquila y con menos agobios, donde los más pequeños podían disfrutar de las atracciones que para ellos organizaron y donde se podían escuchar a cuenta-cuentos leer algunos de los libros para niños con personajes LGTB que la propia Colega Fundación Triángulo ha sacado al mercado.
Yo también quería que me contara un cuento, en la cama de su hotel y después de soplarme la nuca.
Esta era una zona libre de alcohol, un lugar destinado más al activismo que a la fiesta y, como ya he dicho, mucho más relajado. Había una zona habilitada para las diversas asociaciones LGTB de la ciudad como la propia Colega Fundación Triángulo o Extremadura Entiende, donde se podía disfrutar de una conversación sobre las diversas acciones y proyectos que mantienen en la comunidad. Además de charlas sobre prevención del VIH (que por desgracia han aumentado en el último año los casos de contagio), te podías hacer el test rápido, así como volver a casa provisto de folletos informativos. También tenían una especie de mercadillo, cosas sencillas como camisetas, chapas, libros y demás, pensadas para apoyar económicamente a Golega Fundación Triangulo en sus numerosos proyectos por la diversidad afectivo-sexual por Extremadura.
Mercadillo y puntos de información LGTB
Pero el activismo no tiene que ser solo algo tranquilo y relajado, lo bueno de contar con dos zonas es que puedes diversificar las acciones, y en el escenario de Puerta Palma estaba toda la marcha para los más jóvenes y para la diversión más carnal, con muchos Djs y los conciertos de artistas tan comprometidas con el movimiento LGTB como Soraya y La terremoto de Alcorcón. Marta Sanchez era la última en cantar, pero ella sólo está comprometida con el público gay, que son sus seguidores más fieles. Era emocionante ver a gente muy comprometida con la diversidad desde tan temprana edad, con sus banderas y compartiendo momentos de jolgorio. La fiesta no decayó hasta las 3 o 4 de la madrugada, la verdad es que ya estaba un poco cansado de bailar y no recuerdo muy bien la hora. Esto era el final de los PPalomos de este año, aunque continuamos un poco más en los bares de la zona y en el hotel de un gordito de Soria... Pero esa es ya otra historia.
Centro de Badajoz a las 4 de la madrugada.
Esta es la realidad de la organización, pero nada ha sido como os hemos contado.

Sí, ha sido un éxito de publico, entre 20.000 y 30.000 personas (aunque yo ya hice los cálculos el año pasado y esos datos son imposibles) y sí, se ha hecho mucho dinero, pero otra vez más, lo LGTB está escondido, y el único mensaje era pasarlo bien gastando unos 95.000€ en conciertos para que mucha gente acudiera a la llamada, pero sigue sin haber contenido alguno.
En los PPalomos es lo máximo que nos dejan salir del armario, más no, que podemos asustar a los heterosexuales.
Ya sé que alguno dirá que la fiesta es buena, yo el primero, pero siempre tiene que haber algo más que transforme el guateque en una excusa. La visibilidad no es bien recibida y eso se ha notado en los escenarios. Desde ahora vuelvo a cambiarle el nombre a los PPalomos y les voy a llamar PPalomos en el armario. Y por supuesto, al resto de ciudadanos de Badajoz y visitantes, le importa una mierda la diversidad o el colectivo LGTB, solo buscan fiesta y un lugar donde montar el botellón.
Notas curiosas: solo he visto unas 2 personas con una bandera gay suya. Casi la totalidad de pañuelos, bolsas y abanicos con los colores LGTB eran material publicitario de Legendario o de UPyD (el Psoe pasa de todo aunque ha dicho que Badajoz debería ser considerada ciudad LGTBfriendly... Casualmente ahora, con las elecciones a la vuelta de la esquina). Por cierto, un rumor que me contaron, a la gente portando un abanico de UPyD le decían que tenían que tirarlos antes de pasar al escenario de la Alcazaba, pero es sólo un rumor que yo cuento con la sana intención de echar mierda.
Las plumas de los PPalomos.
Y por último lo mejor: había unas 3 o 4 banderas que se movían con mucha efusividad, y al acercarme a uno de los portadores, descubro que son 2 personas de la organización, y viendo alguna foto en los periódicos, observo que por el otro lado también era personal del evento, con camiseta amarilla y acreditación. Curioso que al coemntar esto mismo por twitter, no volvieron a salir más, casualidades de la vida. Todo muy cutre y muy triste.
La organización infiltrada entre el público para ondear banderas ya que nadie más lo va a hacer.
Todo esto me ha recordado al Ecce Homo, al que nadie iba a ver ni se preocupaban por la obra de arte a no ser que fueras un entendido en la materia (como el día del orgullo gay/LGTB aquí en Badajoz), pero lo destroza una señora, se convierte en viral y ahora todo el mundo es fan del pueblo... O no, es fan del viral de internet.
Los abanicos estos de My little ponny son lo más, tía.
¡Viva la PPasta y saludos!

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